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SAL DEL SEDENTARISMO

Por Carlota Díez Rico. Colegiada 52.838. Educadora Física.

Moverse o no moverse, esa es la cuestión. Trabajo en la oficina, la silla me succiona. Estudio y quiero sacar la mejor nota con los codos pegados a la mesa. Me tiro al sofá, enciendo la televisión y paso horas de canal en canal. Abro el ordenador o enciendo el móvil y las redes sociales me absorben. Invito a mis amigos a casa, enciendo la videoconsola y nos echamos un “fifa”. ¿Te has sentido identificado con alguna de estas situaciones?

Encendemos muchas cosas: la televisión, el móvil, el ordenador, la videoconsola… Pero lo que no nos da por encender es nuestra salud, las ganas por movernos, por activarnos. Normalmente se empieza un artículo comentando la prevalencia, pero será lo último que leas, porque primero vamos a observar, tú y yo, lo que le sucede a tu cuerpo si no se mueve.

La juventud es un tesoro, sobre todo porque nos conserva en el mejor de los estados, pero cuando llega a su punto culmen y pasamos de la veintena a la treintena, todo lo que no estemos haciendo por nuestra salud se empieza a acumular en forma de “males”: dolores de espalda, aumento del peso, acumulación de grasa, fatiga… Y todo esto finalmente se convierte en enfermedad, en enfermedades mortales.

Sí, sí, así como lo lees, te puedes morir por no moverte. Y es que entre los factores de riesgo de mortalidad alrededor del mundo la inactividad física ocupa el cuarto lugar. Siendo superado por la hipertensión, el tabaco y la hipercolesterolemia. El quinto puesto se lo lleva el sobrepeso y la obesidad. Pero claro, esto tiene trampa, porque excepto el consumo de tabaco, los otros tres factores de riesgo (tensión, colesterol y obesidad) podrían ser evitados saliendo del sedentarismo.

Por si esto no bastaba, ser sedentario aumenta tu riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tumorales, pulmonares y metabólicas.

No moverte implica que tu corazón va a estar menos activo, y tu sistema cardiovascular, al no tener trabajo, se volverá perezoso, con lo cual cada vez va a tener menos capacidad de trabajo, cada vez será menos eficiente. Pero no por pura vaguería, sino porque finalmente perderá la capacidad de reaccionar ante los esfuerzos. Es lo mismo que sucede en la oficina con tu compañero al que no le encomendaban tareas porque su resultado casi siempre era nefasto… Al cabo del tiempo, por no tener trabajo a penas, tu compañero ahora rinde menos, ¿verdad? Pues tu sistema cardiovascular responde igual que un trabajador, así que si no lo entrenas, al final no será eficiente y tu riesgo cardiovascular aumentará, disminuirá tu consumo de oxígeno, también lo hará tu capacidad funcional y… en poco tiempo te echarás 30 años encima.

Además, no solo se incrementa el riesgo por la falta de trabajo del corazón, sino que la alta disponibilidad de carbohidratos facilita su transformación en grasas (triglicéridos y colesterol), y esto implica un mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares, además de hipertensión, como pueden ser ateroesclerosis, angina de pecho, infarto de miocardio, enfermedad cerebrovascular, etc.

Esta acumulación de grasas puede ser el desencadenante de sobrepeso y obesidad, y más adelante éstas también de diabetes, problemas articulares, problemas óseos… Es un círculo vicioso que encadena una situación con otra…

Si quieres reducir las probabilidades de escuchar a tu médico establecer estos y otros muchos diagnósticos derivados de la inactividad (cáncer, embolia pulmonar…), ponte en marcha. Estás a tiempo de poner remedio a la enfermedad que puede estar a la vuelta de la esquina por no moverte.

Ya te he contado de forma breve y resumida las consecuencias que puede tener para ti el sedentarismo. Pero no eres el/la único/a que no se mueve lo suficiente, ya que solo en España casi el 45% de las personas se declaran sedentarios. Este problema es más acuciante en mujeres, ya que el 50% declaran ser sedentarias, mientras que en hombres lo hacen un 40% (INE. Encuesta Nacional de Salud 2011-2012).

Está en tus manos invertir esta tendencia. Coge la mochila, vente a tu centro F.A.S.T. más cercano y vamos a movernos.

MÉTODO F.A.S.T.

Gracias a los últimos avances en los campos de la electroestimulación y la neurociencia, se ha desarrollado un nuevo y revolucionario concepto: La electroestimulación integral activa. Podemos estimular más de 300 músculos simultáneamente de manera activa, dentro de un trabajo biomecánico funcional global.